sábado, 8 de septiembre de 2012

Cansancio

- "Maestla", estoy cansado, ¿puedo sentarme? - me preguntó Fran con esa carita inocente que él sabe poner. Habría dado hasta pena de no ser porque un momento antes yo había anunciado que era la hora de recoger los juguetes.
- No, Fran, es hora de recoger los juguetes para salir al patio.
- Ya, pero es que estoy cansado. ¿Puedo sentarme y que recojan los demás? - insistió él - A ellos les da igual.
- Bueno, si estás tan cansado puedes sentarte. Pero claro, cuando salgamos al patio no podrás jugar: tendrás que seguir descansando.
- ¡Que no, "maestla"!, que estoy cansado para recoger, no para jugar...

Lo más gracioso fue el tono de voz con el que me lo dijo. Un tono que indudablemente significaba "ay, "maestla", si es que hay que explicártelo todo..."

2 comentarios:

Carmen Bécares dijo...

el trabajo te "ancla" a la infancia, felicidades, eres una persona con suerte.

Maestla dijo...

¡Gracias! Sí que lo soy... es una suerte dedicarme a lo que me dedico. Pero algunas semanas, también es una suerte llegar al viernes :)