martes, 1 de marzo de 2005

Sobreviví a la excursión también...

Me siento muy feliz porque he sobrevivido a la excursión de hoy sin perder a ningún niño, jejejejejejeje. Afortunadamente no ha llovido (aunque anoche nevó en la ciudad :D) y los niños se han portado bastante bien. Tanto, que se merecen un premio... estoy pensando que debería proponerle al espabilado de mi director que les diera festivo hasta la semana que viene... Y digo que se han portado bien, porque lo cierto es que las circunstancias se han puesto en su contra...

Para empezar, el autobús estaba medio derringlado. Había algunos asientos "deslizantes". Es decir, que se deslizaban hacia delante y empotraban al niño contra el respaldo de delante. Por suerte, la única que ha sufrido las "dolorosas consecuencias" de dichos asientos he sido yo.

El teatro al que íbamos está en una de las zonas más antiguas de la ciudad, donde un coche entra con dificultades, y un autobús de ninguna manera. Así que el chófer nos ha dejado en las donde ha podido y, desde allí, nuestra interminable fila ha recorrido calles y callejas, sorteando charcos, andamios y automóviles.

Cuando hemos llegado al teatro, hemos descubierto que faltaba más de una hora para que empezara la obra que teníamos contratada. Claro, es que el año pasado encontramos mucho tráfico, y llegamos tarde. Y este año hemos salido del cole con tiempo, y con miedo a retrasarnos, y eso es lo que ha ocurrido. Hemos hecho que los niños se sentaran en el suelo (a la entrada del teatro había una sala con una exposición que es donde nos han permitido "acomodarnos") y hemos hecho tiempo almorzando. Mis niños "sólo" han tirado por el suelo un actimel, un yogurt, un zumo de naranja y dos botellas de agua... por no hablar de las toneladas de migas que han esparcido por todas partes :( Pero podía haber sido peor... podían haber roto algunos de los objetos expuestos.
El tiempo pasaba lentamente y los pobrecitos se aburrían como ostras, a pesar de mis esfuerzos por entretenerlos con adivinanzas y otras cosas "silenciosas". Y es que ya nos habían llamado la atención porque el público de la sesión anterior les oía a ellos más que a los actores :(

Cuando por fin ha llegado el momento de entrar, hemos tenido la suerte de conseguir sitio en primera fila. Y es que de algo tiene que servir la puntualidad, ¿no? Pero entonces, nada más alzarse el telón, he descubierto dos cosas: que la obra era en valenciano (lengua que mis niños casi no conocen, porque viven en un pueblo castellano-hablante) y además, dirigida a alumnos de primaria (es decir, a partir de seis años). Bueno, pues a pesar de todo han estado casi-callados, casi-sentados y casi-quietos todo el tiempo. Eso sí, Paco "Fuerte" ha estado sentado a mi lado, porque no quería que se hiciera famoso, como el año pasado :) Y Francisco Javier (alias "Pitel Pan") justo delante, para que no pudiera usar su famosa excusa "es que por las mañanas estoy un poco loco..."

Al salir del teatro hemos tenido que retroceder todo el camino hasta llegar al autobús, que nos esperaba junto a una tienda muy conocida en que se llama "La Casa de los Caramelos". ¿Imagináis hacia dónde se iban los ojos y los pies de nuestros niños? Pero hemos conseguido subir a todos y hacer recuento antes de ponernos en marcha hacia el pueblo en el que estaba la Ludoteca donde iban a comer y a pasar la tarde jugando. Aunque, eso de pasar la tarde es un decir, porque entre que la obra ha empezado más tarde de lo que esperábamos, que ha sido más larga de lo que creíamos y que el camino hasta el autobús ha durado más de lo calculado, no hemos llegado allí hasta las dos y media... y a las cuatro teníamos que salir hacia el colegio de nuevo :(

Maestla

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