viernes, 12 de diciembre de 2003

Niños y tijeras (y II)

Mi primer año trabajando, un día llegué a clase y encontré un montón de pelitos alrededor del bote de los pinceles. Y descubrí, además, que a algunos de los pinceles les habían "cortado el pelo". Así que cuando llegaron los niños les hice sentar, y les dije que tenía que hablar seriamente con ellos. Les conté lo que había ocurrido, y que esperaba que quien lo había hecho me lo dijera. Naturalmente todos dijeron "yo no he sido, yo no lo he hecho".
Entonces les dije lo normal. Que lo que habían hecho estaba muy mal, pero que mentir era todavía peor. Y que si quien lo había hecho lo admitía entonces... Víctor (la bruja de Rapunzel) no me dejó terminar. Preguntó "maestra, ¿verdad que no le pasará nada al que lo haya hecho?"
- No, no le pasará nada.
Y Víctor miraba a los demás como animándoles a confesar su falta. Pero nadie decía nada. Y él insistía:
- Pero, maestra, ¿verdad que no lo vas a castigar?
- No, Víctor, no lo voy a castigar.
Y Víctor sigue mirando a los demás, como diciendo "venga, ánimo, que no pasa nada". Y los demás siguen en silencio. Y él pregunta una vez más:
- ¿A que no le va a pasar nada al que lo haya hecho?
Y yo niego con la cabeza de nuevo y entonces él, muy bajito y rápidamente, agachando la cabeza dice:
- He sido yo.
Jajajajajajajaj, ¿como le iba a castigar, si casi me da la risa? Además, era un encanto de niño que siempre se quería sentar "a mi ala" :) como él decía...

Maestla

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